Escritura y Necesidades Educativas Especiales (NEE)


Las Necesidades Educativas Especiales (NEE), son aquellas que no pueden ser resueltas a través de los medios y los recursos metodológicos, que habitualmente se utilizan para responder a las diferencias individuales de los alumnos y que requieren de otras medidas pedagógicas distintas, a las que requiere comúnmente la mayoría de los niños.

Hace referencia a aquellos alumnos que presentan dificultades mayores que el resto de sus compañeros para acceder a los aprendizajes que se corresponden a su edad o que presentan desfase curricular. El desfase curricular se refiere al nivel educativo del alumno que presenta con respecto al curso en el que se encuentra matriculado (por ejemplo; un niño que esté matriculado en 5º de primaria pero su nivel educativo es de 4º de primaria, entonces estaríamos hablando de que este niño tiene un desfase curricular de un año). 

Actualmente, el concepto de NEE se ha ampliado bajo el entendido de que ya no sólo se incluyen las dificultades que son permanentes, sino que también se integran aquellas que se presentan en los niños de forma temporal cuando experimentan dificultades en su aprendizaje independientemente del origen de las mismas. Por ello, el sistema educativo provee a estos niños de los recursos de apoyos especiales necesarios para facilitar su progreso educativo. Se considera que las NEE son de carácter interactivo, es decir, dependen tanto de las condiciones del propio alumno como de las características del contexto educativo en el cual se manifiestan.

Con respecto a la lectura y la escritura en niño con Necesidades Educativas Especiales (NEE), su enseñanza no implica únicamente el entrenamiento de estas habilidades de forma mecánica, sino que debemos enseñar a los niños a leer y a escribir de una manera funcional, ampliando sus entornos de participación social y expandiendo su capacidad comunicativa para usar la lengua escrita en su entorno social.

Muchos padres y profesores caen en el “error” de someter a sus hijos/alumnos en una rutina de escritura que es únicamente mecánica y motriz sin ser consciente de que no es la mejor manera de actuar con sus hijos/alumnos.

Con esto queremos referirnos a que el hecho de que tengan dificultades no implica que no pueda avanzar en su aprendizaje, por lo que hay que motivarles, desde el hogar y la escuela, con los apoyos y habilidades que sean necesarios, otorgándole al niño la autonomía necesaria que necesita para ser capaz de elaborar su propio aprendizaje, resolviendo sus dificultades, evadiendo esa rutina en la que estaba sujeto; sin llegar a ver lo que la lectura y la escritura le puede ofrecer en su vida cotidiana y en su futuro. 

Hay que proponer actividades que no estén descontextualizadas, es decir, crear actividades que estén relacionadas con situaciones reales con las que actualmente se enfrentan los niños, y recrear otras acciones con las que se vayan a encontrar en el futuro, como por ejemplo ir a hacer la compra, saber entender las instrucciones de un juego o un producto, entre otros. 

Además, debemos proporcionar a estos niños un "adamiaje", ya que no todas las tareas de escritura son iguales y algunas requieren cierta complejidad, por lo que, como padres, debéis apoyar y ayudar a vuestros hijos en aquellas dificultades que se le presenten, es decir, debemos ofrecerle cualquier tipo de ayuda externa que sea necesaria, sobre todo al inicio del aprendizaje, y la cual les permita recordarles cual es el tipo de tarea que tienen que realizar en los diferentes procesos. Para llevarlo a cabo, puede realizar a su hijo preguntas o enseñarles tarjetas escritas, o que tengan algún dibujo o imágen, que le ayuden al niño a recordar cual es la tarea que tiene que realizar.

En las siguientes entradas del blog podrás encontrar diversas actividades.

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